Respiraderos


Cada recipiente, reductor o tanque que contiene aceite o combustible necesita una manera de expulsar el aire cuando se calienta el líquido y que pueda permitir el ingreso de aire cuando se enfría o se consume el líquido.

Cuando un reductor no tiene un respiradero funcionando correctamente, el aire es expulsado por los retenes, llevando aceite por el eje. Cuando enfría el líquido, el aire es chupado por este mismo retén, llevando tierra al aceite. Esto acorta la vida útil del aceite y el reductor.

El agua causa:

  • Corrosion: Agua libre causa corrosión. Estas partículas de corrosion circulan con el aceite causando desgaste y taponando válvulas o conductos.
  • Perdida de fuerza de la película: El agua puede canalizar el aceite evitando una película completa. Donde hay agua, las superficies raspan, causando mayor fricción y desgaste.
  • Oxidación del aceite. El agua aumenta acelera la oxidación del aceite, subiendo la viscosidad y formando ácidos.
  • Reducción de aditivos. Los aditivos salen del aceite para mezclarse con al agua, reduciendo el nivel de protección en el aceite.
  • Hidrólisis: Algunos aceites sintéticos descomponen y forman ácidos y alcoholes en la presencia de agua.
  • Aumenta de fatiga de las piezas: El agua entra a las fisuras de engranajes, rodamientos, pistas y cojinetes, debilitándolos.
  • Aumenta el crecimiento de bacteria, formando gel, espuma, olores, etc.

Hay muchos inventos locales para facilitar la respiración de los equipos. Mientras estos permitan el movimiento de aire, también permiten el movimiento de polvo y humedad.

Esto también afecta el almacenamiento de combustible. Cuando dispensamos 20.000 litros de combustible, 20.000 litros de aire tienen que entrar en el tanque.
Ese aire trae tierra y humedad. La tierra pasa a los equipos o vehículos, mientras la humedad sirve de ambiente ideal para el crecimiento de bacteria, formando un gel, que causa corrosión en los tanques y tapona filtros.

 

Los tanques de combustible en los vehículos no son excepciones. Cuando consumimos 100 litros de combustible, el vehículo chupa 100 litros de tierra debajo de su chasis.

 

Aquí podemos ver la manera que llegan estos camiones y camionetas de fábrica. Toda la tierra detrás de los neumáticos entra al tanque de combustible y la humedad de este aire condensa dentro del tanque.

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